Ali Baba y quien sabe cuantos ladrones

                               
 
 
El departamento de tránsito del municipio de ciudad Juárez, ha perdido el rumbo, lejos de cumplir con una tarea de prevención sus elementos se dedican extorsionar y agredir a la población, mientras que donde se requiere su presencia para el control de tráfico, solo se les ve abrirse paso con sus sirenas.
 
Pero dicen que la culpa no la tienen ellos, sino su director Oscar Acosta, quien cual actor de telenovela  solo se ve en entrevistas y posando para la fotografía, menos para supervisar el trabajos de sus subalternos.
 
Existen ya casos evidenciados donde lejos de ser auxiliares de los guiadores, se convierten en sus agresores y cuidado con levantarles la voz  y sobre todo a quien se le ocurra video grabarlos, porque de inmediato salen a relucir sus armas de fuego para amenazar al ciudadano común.
 
Los viejos vicios siguen presentes aun y cuando los titulares aseguran lo contrario, la corrupción en su máxima expresión y más cuando con la dotación de nuevas unidades oficiales que les facilitan su ilícita acción en contra de la población en benefició de quien al interior de Transito controla la POLLA, que es repartida entre los mandos de la corporación.
 
Aquí también un llamado al presidente municipal Enrique Serrano, a quien no le es suficiente sus buenas intenciones sino una actuación contundente para cortar de raíz la podredumbre que existe en esta corrupta dependencia.
 
Como es posible que mientras los congestionamientos derivados de las diferentes obras públicas, sobre todo de las del Plan de Movilidad Urbana, que nos tiene hasta la coronilla y cuta conclusión de las obras en ejecución todavía se ve lejos.
 
Como ejemplo esta Ejercito Nacional, que ya estos bloqueado desde avenida Adolfo López Mateos hasta Valentín Fuentes, sin que auxilien en el desahogo vehicular algún elemento de tránsito, al igual que López Mateos y Oscar Flores, donde igual la ausencia de agentes de vialidad tránsitos es por demás notoria, solo se les ve cuando por necesidad tienen que circular por esas vialidades, pero eso si abriéndose paso con sus sirenas y torretas encendidas, obligando a  guiadores a cederles el paso por el simple hecho de ser unidades oficiales de Tránsito.
 
Se les recuerda que su trabajo consiste precisamente en dar fluidez vehicular en lugares de congestionamiento vial, y prevenir problemas de tránsito, pero para los agent.es es más cómodo dedicarse a recibir dadivas económicas a cambio de no aplicar infracciones.
 
Así pues las cosas Tránsito municipal se ha convertido en la cueva de Ali Baba y quien sabe cuántos ladrones, ah pero eso si celosos del cumplimiento de su deber, el cobrar religiosamente su sueldo cada decena, aunque sea para caja chica.